Catalunya está llena de historias, danza y tradición. Lavar la ropa de la ciudad de Barcelona era una manera de ganar dinero de muchas mujeres en el siglo XVIII hasta poco después de la invención de las máquinas lavadoras.
«Llegaron a ser más 400 mujeres que se repartían la limpieza, plancha y el almidonaje de la ropa». Los hombres con canastas y carrozas bajaban a la ciudad y recogían la ropa de los barrios más pudientesy las mujeres las lavaban en los Lavaderos de Horta donde hice estas fotografías.
Un gusto fotografiar las historias de mi ciudad, la de Los Lavaderos de la calle Aiguafreda con el Esbart Folklòric d’Horta, agrupación cultural de recuperación y representación de las danzas catalanas tradicionales.
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